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lunes, 19 de noviembre de 2018

Platos chinos: ¿cómo los monto?

La cuestión de cómo colocar los platos chinos en los soportes (boca arriba/boca abajo) es algo que suele salir con relativa frecuencia en foros, grupos... Hoy trataré de aclarar este asunto, y para ello empezaremos repasando un poco su historia.

Los platos chinos se llevan fabricando, literalmente, milenios, y siempre se tocaron en pareja, haciendo chocar uno contra otro.









Su función suele variar entre el uso religioso y funerario para ahuyentar a los malos espíritus y el meramente festivo. Observad que la campana está pensada para que el intérprete pueda usarla como asa. También es habitual pasar un cordón (más o menos engalanado) para facilitar su uso.




En este vídeo podéis verlos y escucharlos en un contexto tradicional. Como podéis comprobar, las partes cóncavas son las que chocan entre sí, golpeando sobre la "doblez" tan característica de estos platos (ver también fotos más arriba):




Los emigrantes chinos comenzaron a llegar a Estados Unidos en 1820, y lo hicieron, por una cuestión lógica de proximidad geográfica, a través de la Costa Oeste, siendo San Francisco su principal puerto de entrada. En EEUU se dedicaron a la minería (la fiebre del oro californiana estaba en pleno apogeo) y a la construcción del ferrocarril que atravesaría el país de costa a costa (y, si nos fiamos de los cómics de Lucky Lucke, a las lavanderías). 

Obviamente, llevaron consigo sus tradiciones, y los platos fueron una de ellas. Ya en el primer tercio del siglo XIX se documenta un uso "civil" de los platos chinos, pues eran usados para atraer público a manifestaciones y mítines políticos. Fue a partir de 1865, acabada la Guerra de Secesión, que la batería empezó a tomar forma (los músicos licenciados de las bandas militares tuvieron que seguir ganándose la vida de alguna manera). Al principio había un músico para cada instrumento (bombo, caja y platos), pero poco a poco fueron surgiendo técnicas de "double drumming" que permitieron que un solo músico se pudiera hacer cargo de todos ellos. El uso de soportes y pedales fue dando forma a lo que hoy conocemos como batería.  

Pues bien, a principios del siglo XX el instrumento tenía esta forma:






Lo habitual era llevar dos platos: uno chino y otro turco (también los turcos emigraron a EEUU: los herederos de Zildjian -Avedis III- se establecieron en el país en 1908, con lo que ambos tipos de platos estaban disponibles).

Para colgar los platos se valieron de la cuerda que ya tenían (recordemos que se tocaban sujetos con la mano y chocándolos. Ver fotos más arriba). Solo había que colgar el plato del soporte (de tipo "gooseneck", pues aún faltaba para que se inventaran los que usamos hoy en día) y... ¡voilà! Observad que, tal y como estaba suspendido el plato entonces, los golpes con la baqueta le caían en una zona completamente distinta a la que llevó los golpes durante milenios:




¿Qué ocurre? Que al colgarse de esta manera, el plato quedó "al revés" (tomando como referencia el uso tradicional), y pasó golpearse sobre el borde curvado hacia arriba (con la campana hacia arriba). Con este tipo de soportes ("gooseneck") es imposible colgar el plato con la campana hacia abajo, pues la morfología de la misma y lo flexible del hilo hacen que el plato quede inclinado, ladeado e impracticable para el ejecutante. Pues bien: resulta que los platos chinos se tocaron de una manera durante milenios, llegó la batería y pasaron a tocarse "al revés", sobre una parte que, en principio, no estaba pensada para recibir los golpes (obviad la maza, fue la foto que encontré):


©Compositiontoday


No fue hasta que aparecieron los soportes modernos que el plato chino se pudo sujetar "bien" (con la campana hacia abajo, los golpes sobre el borde doblado que los recibió durante milenios):







Entonces..., ¿cómo los coloco? La solución es sencilla: como me dé la gana... 😉 Es importante saber que, originalmente, estos platos eran chocados, y como ya sabemos qué partes percutían unas contra otras, la opción "correcta" sería poner la campana hacia abajo en el soporte. Obviamente, estos instrumentos llevan tocándose milenios y están diseñados/concebidos para llevar golpes en esa zona, y si los coloco como en la foto inmediatamente superior, los platos no sufrirán nada porque esa es su naturaleza.

Ahora bien... A la hora de hacer música lo más importante es el sonido y adaptarse al contexto musical. Si me gusta más cómo suenan los platos colocados "al revés" (con la campana hacia arriba), nada me prohíbe colocarlos de esa manera, no iré a la cárcel por ello ni me pondrán una multa... Imaginemos que toco en una banda tipo Nueva Orleans o de swing antiguo: si quiero ser históricamente correcto y sonar como se hacía a principios del siglo XX, lo lógico es colgarlo con la campana hacia arriba, que era como se hacía en esa época, aunque fuera todo lo contrario a lo que se hizo en China durante siglos. Contexto y sonido. No hay otra.

Sí hay alguna cosa que debemos tener en cuenta... Es probable que nuestras baquetas sufran si coloco el plato "al revés" (campana hacia arriba) y golpeo el canto. También es probable que el plato dure menos así, pues esa no es la zona originalmente pensada para recibir los golpes. Dicho esto, lo que importa es el sonido, y nuestros soportes modernos nos permiten colgarlos de ambas maneras, así que hagámoslo de la forma más musical y que produzca el sonido que más nos guste. Así de sencillo 😉.


…et in Arcadia ego.
© David Valdés

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