Nueva entrada después de casi dos meses sin escribir. Me encanta dedicarle tiempo a Percusize Me! y tratar de ofrecer a los lectores artículos u opiniones que puedan ser de su interés pero, si sois seguidores asiduos de este blog, ya sabréis de mi pasión por el mar y la navegación: ha sido precisamente ésto lo que me ha alejado durante un tiempo de vosotros. Recientemente me he examinado para la obtención de la titulación de Capitán de Yate, y los exámenes son bastante duros, lo que ha hecho que, debido al tiempo empleado en el estudio, no pudiera actualizar Percusize Me! todo lo deseable.
El caso es que ya ha pasado todo (con éxito, por cierto...), y retomo el blog con energías renovadas.
Hoy os traigo un artículo, bajo mi opinión, absolutamente demoledor. En él, Mike Tetreault (compañero mío durante dos años en la Royal Academy of Music) explica cómo prepara una audición, cómo un amigo suyo es despedido después de tres años con la Boston Symphony, cómo la preparación no le sirve siquiera para pasar la primera ronda, los anhelos, las frustaciones, lo justo o injusto de un sistema que busca máquinas más que músicos... Me sentí tan identificado, que me vi en la obligación de compartirlo con vosotros. El artículo se publicó en el Boston Magazine, y se titula The Audition (siento que esté en inglés, pero traducirlo me llevaría mucho tiempo), y este es el enlace:
¿Asegura una audición tras cortina un proceso justo? Dependerá del caso... Tengo sospechas más que fundadas de la última audición que toqué detrás de un biombo; sin embargo, recuerdo con agrado las que hice en Rotterdam y Manchester. La que gané en Lisboa también fue tras cortina, pero eso daría para una laaaaaaarga historia, y la que gané en Tallin también, pero nuevamente estamos ante una historia para no dormir.
Una audición tras cortina asegura que el candidato no es discriminado por razón de raza, sexo o cualquier otra condición (que se lo digan a la trombonista de la Filarmónica de Munich y la odisea que pasó con Celibidache). No me disgusta esta opción, pero nunca jamás (en caso de que yo fuera parte del tribunal) usaría una cortina en la final: me gustaría ver la actitud, estilo, atención..., del candidato. Del mismo modo, yo mismo como candidato, quiero mostrar esas cualidades a un tribunal, y prefiero una final sin cortina. Lo malo de este sistema es que, si se quiere (y a veces ocurre), el proceso se puede viciar a favor del candidato escogido previamente por el tribunal.
El método inglés de "trials", en el que varias personas ganan la audición y luego son probadas a lo largo de un periodo de tiempo variable, me convence. Un puesto en la orquesta no puede darse teniendo en cuenta únicamente cómo se tocan fragmentos aislados: es por esto que los británicos prueban a aquellos que consideran han hecho una buena audición. Viendo cómo funcionan en "situación real", se aseguran de contratar un buen músico, no un simple "tocador de pasajes".
En estos tiempos en que todos usamos Facebook para pregonar nuestros éxitos, me parece que Mike Tetreault y Lee Vinson han sido unos valientes por salir a la palestra y decir que no han ganado. Es muy fácil y cobarde mantener la actitud "todo me va de maravilla", pero lo sincero, reconocer que se pierden audiciones, que cada vez cuesta más hacer bolos..., eso es lo verdaderamente valiente. Les deseo a ambos lo mejor.
Este asunto de las audiciones daría para mucho más, y es posible que lo vuelva a trae a colación en el futuro. De momento, me gustaría que me dierais vuestra opinión al respecto.
Yo, por ahora, me quedo con una frase memorable del artículo: "Give me success or take this desire away from me. One of the two". Dame el éxito o aparta este deseo de mí. Uno de los dos.
…et in Arcadia ego.
© David Valdés
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